El 8 de marzo es el día internacional de la mujer. Absurdamente los Gobiernos se adhieren a mencionada fecha para vanagloriarse y anunciar inversiones millonarias en la prevención de la violencia, en la mejora de condiciones laborales, etc.
Eso sin duda es pura palabrería, el hecho es según datos del INEGI:
Tan solo en México del total de las mujeres mayores de 15 años y más, el 67% ha vivido incidentes de violencia por parte de su pareja o de otras personas en su familia, en la comunidad, en el trabajo o en la escuela.
La violencia más frecuentemente contra de las mujeres es la de pareja con un 43.2% y se estima que de cada 100 mujeres de 15 años y más, 40 han sido objeto de violencia en los espacios comunitarios o sociales a lo largo de su vida y en promedio fallecen diariamente 6 mujeres por muertes intencionales: 4 por homicidio y 2 por suicidio, en todo el país.
Rosa Ícela Ojeda Rivera, directora del Observatorio De Violencia Contra Las Mujeres, explica que una de cada cuatro mujeres en Guerrero, durante su vida a sido víctima de algún tipo de violencia, física, sexual, psicológica, financiera, etc.
Lo peor es que el estado de Guerrero, ocupa uno de los primeros sitios en feminicidios a nivel nacional, “Aparte están los homicidios culposos, que se producen sin intención pero quiero decirle que muchos de los culposos están disfrazados de los dolosos”, “hay mujeres que se suicidan con las pastillas para deshierbar y resulta que los testimonios por abajo es que el marido las obliga a tomar estos líquidos o pastillas y las asesina entonces aparece como un suicidio”.
Del 2004 al 2007, Guerrero, ocupó el cuarto lugar en feminicidios, por encima de Chihuahua. Se cuenta que del 2003 al 2008 murieron por violencia extrema más de 700 mujeres de todas las edades.
De acuerdo con los especialistas, las políticas emprendidas por los gobiernos, no han logrado bajar en nada el índice de violencia contra las mujeres en Guerrero pues en promedio mueren anualmente de 80 a 100 mujeres por homicidio doloso. Sin contar los decesos por muertes maternas, muertes por cáncer cervicouterino y de mama, y los homicidios que no son reportados o dados a conocer a luz pública.
Estas cifras vergonzosas han quedado nada más para llenar miles de estadísticas, pues la impunidad ha sido la gran vencedora a lo largo de los años.
Las mujeres son objeto de discriminación, sin embargo la mujer indígena es la que probablemente se ha llevado la peor parte, pues el panorama para ellas no es nada alentador, pues al llegar a la ciudades se enfrentan con un gran monstruo llamado globalización y son víctimas de abusos económicos, físicos incluso violaciones.
Magdalena Baltierra García, Presidenta de Mujeres indígenas radicadas en el puerto de Acapulco, explica que “Es muy difícil aparte de que no la mujeres que vienen no están preparadas no puedes trabajar y te humillan”.
Hoy la mujer, puede desempeñar todo tipo de tarea, trabajo y puede aspirar a cualquier lugar.
Políticas, presidentas, gobernadoras, bomberos, militares, doctoras, no hay limites y además no hay que olvidar son madres.
El obstáculo a vencer es la timidez, el no denunciar, el no actuar.
Buscar mejor calidad de vida depende de todos hombres y mujeres, exigir mayores oportunidades es para lo que puede servir cada 8 de marzo.
Eso sin duda es pura palabrería, el hecho es según datos del INEGI:
Tan solo en México del total de las mujeres mayores de 15 años y más, el 67% ha vivido incidentes de violencia por parte de su pareja o de otras personas en su familia, en la comunidad, en el trabajo o en la escuela.
La violencia más frecuentemente contra de las mujeres es la de pareja con un 43.2% y se estima que de cada 100 mujeres de 15 años y más, 40 han sido objeto de violencia en los espacios comunitarios o sociales a lo largo de su vida y en promedio fallecen diariamente 6 mujeres por muertes intencionales: 4 por homicidio y 2 por suicidio, en todo el país.
Rosa Ícela Ojeda Rivera, directora del Observatorio De Violencia Contra Las Mujeres, explica que una de cada cuatro mujeres en Guerrero, durante su vida a sido víctima de algún tipo de violencia, física, sexual, psicológica, financiera, etc.
Lo peor es que el estado de Guerrero, ocupa uno de los primeros sitios en feminicidios a nivel nacional, “Aparte están los homicidios culposos, que se producen sin intención pero quiero decirle que muchos de los culposos están disfrazados de los dolosos”, “hay mujeres que se suicidan con las pastillas para deshierbar y resulta que los testimonios por abajo es que el marido las obliga a tomar estos líquidos o pastillas y las asesina entonces aparece como un suicidio”.
Del 2004 al 2007, Guerrero, ocupó el cuarto lugar en feminicidios, por encima de Chihuahua. Se cuenta que del 2003 al 2008 murieron por violencia extrema más de 700 mujeres de todas las edades.
De acuerdo con los especialistas, las políticas emprendidas por los gobiernos, no han logrado bajar en nada el índice de violencia contra las mujeres en Guerrero pues en promedio mueren anualmente de 80 a 100 mujeres por homicidio doloso. Sin contar los decesos por muertes maternas, muertes por cáncer cervicouterino y de mama, y los homicidios que no son reportados o dados a conocer a luz pública.
Estas cifras vergonzosas han quedado nada más para llenar miles de estadísticas, pues la impunidad ha sido la gran vencedora a lo largo de los años.
Las mujeres son objeto de discriminación, sin embargo la mujer indígena es la que probablemente se ha llevado la peor parte, pues el panorama para ellas no es nada alentador, pues al llegar a la ciudades se enfrentan con un gran monstruo llamado globalización y son víctimas de abusos económicos, físicos incluso violaciones.
Magdalena Baltierra García, Presidenta de Mujeres indígenas radicadas en el puerto de Acapulco, explica que “Es muy difícil aparte de que no la mujeres que vienen no están preparadas no puedes trabajar y te humillan”.
Hoy la mujer, puede desempeñar todo tipo de tarea, trabajo y puede aspirar a cualquier lugar.
Políticas, presidentas, gobernadoras, bomberos, militares, doctoras, no hay limites y además no hay que olvidar son madres.
El obstáculo a vencer es la timidez, el no denunciar, el no actuar.
Buscar mejor calidad de vida depende de todos hombres y mujeres, exigir mayores oportunidades es para lo que puede servir cada 8 de marzo.
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