Sería absurdo pensar en una vida justa. La justicia, la igualdad, la libertad parecen ser características de mundo ajenos al nuestro, quizá de otro planeta.
Por que la violencia contra la mujer, es calve en países latinoamericanos y otros continentes.
En el medio oriente mejor ni halar.
La realidad, es que en estado como Guerrero, Chihuahua y el Distrito Federal mueren diariamente niñas, mujeres en plenitud y ancianas de manera absurda. Absurda, por que no puede ser que una persona prive a otro ser humano solo por celos o por miedo al placer sexual (puede sonar de lo mas absurdo pero eso es una realidad).
Ya lo dijo una vez Adré Breton, para que buscar el surrealismo si México de eso vive.
La televisión pública en el país, debe buscar precisamente ese vinculo con al sociedad.
Llegarle con programación atractiva pero que sirva. Que contenga mensajes adecuados para cada región. Por su puesto que debe de haber un estudio previo, para ver las condiciones de vida, las costumbres y los hábitos.
Plantearles nuevas perspectivas, analizar los temas centrales, como es salud, educación y la violencia que impera en muchos de los hogares guerrerenses.
Un botón que active todo esto sería lo mas fácil, pero no se puede. Hay que empezar desde casa. Las propias organizaciones no gubernamentales deben de seguir trabajando en busca demás aliados.
La mujeres deben de tratar de dejar miedos y sumisiones. Pensar en ser independientes y para eso siempre es necesario un empujón. Ese debe de originarse desde el ceno de las autoridades, pero como los políticos hoy día están mas ocupados por ir escalando en la pirámide del poder y ganar mas votos para los comicios siguientes, no se puede contar con ellos.
Ahí, en este momento es cuando los medios de comunicación públicos deben de ser ese sustento que le de fuerza y valor a este sector poblacional que son “las Mujeres”.
Los medios públicos no pueden ni deben de tener la premisa de querer ser iguales que los medios privados.
En primer lugar por que no son el patrón a seguir y segundo por que no fueron creados para lucrar, sino para educar.
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